Una gran pantalla dinámica de LEDs se ha convertido en la mayor atracción de los Juegos de Sochi. Además del propio acontecimiento deportivo, esta pantalla ha conseguido enganchar a los visitantes gracias a que proyecta sus rostros en 3D.
Los visitantes cuentan con diferentes photo booth en los que varias cámaras toman su rostro en 3D. A continuación se les entrega un código QR en el que pueden leer la hora en que su rostro será el protagonista en pantalla. Según cuenta Wired, esta pantalla de digital out of home se convierte en el principal atractivo del evento, en gran medida por el poder de la propia imagen selfie, reconstruida de forma artística y que permite inmortalizar el "I was there".
Un punto de unión además que convierte al digital signage en un promotor de experiencias en eventos, que más allá de su componente artístico permite al usuario guardar una imagen y un recuerdo que quiera viralizar.
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