Desigual es una marca que ha roto con el posicionamiento preestablecido por muchas cadenas de retail moda. Frente a las propuestas de Zara, Mango, Blanco... Desigual propone en todo momento un estilo con mucho "sentido del humor" (como afirman sus fundadores) y que promueve la alegría en el consumidor.
Sus tiendas van más allá de la mera experiencia de compra, envolviendo al cliente en sensaciones que le unen realmente a un estilo de vida desenfadado y lleno de color. La personalidad y posicionamiento han sido sobradamente cubiertos en artículos y revistas de tendencias. Se trata de los mismos rasgos que, según publican en Capital escuelas como el IESE o el IE, se pueden volver en su contra si no consiguen una renovación contínua y dinámica de sus valores de marca.
Esto es lo que han debido pensar desde Desigual cuando, tienda tras tienda, vemos una clara apuesta por el digital signage que les permite ejercer una importante labor de atracción desde el escaparate al interior. El despliegue en las tiendas más representativas es espectacular. A la famosa pantalla de LEDs que vemos en la T1 del aeropuerto de Barcelona, se suman otras pantallas LED de gran formato en los escaparates de tiendas con un alto tránsito de público en sus alrededores. Es el ejemplo del edificio de las imágenes, en la Gran Vía madrileña. Sin duda un camino hacia el dinamismo y la renovación de la marca que el público puede percibir antes de entrar en la tienda y renovar su compromiso con la marca. El digital signage se posiciona también nuevamente como un medio con un alto índice de efectividad que permite adaptar el mensaje a la evolución del consumidor y mantenerle más informado en el momento clave de la compra. Tengo curiosidad por averiguar cómo será el desembarco digital de Desigual en el interior de sus tiendas y si consiguen la misma fuerza de comunicación a través de nuevos contenidos, que sigue siendo un campo de mejora interesante.
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