Encuentras tu sitio, te acomodas en el avión, desconectas tu móvil... y ahí tienes a Vodafone para charlar un rato, o más bien durante todo el vuelo.
Al principio miras alrededor, para ver si el avión va muy "cargado" de gente, para ver quién se sienta a tu lado, comprobar que tienes la revista en el asiento delantero... Y cuando estás tranquilo miras al frente y te encuentras a Vodafone dándote la bienvenida. Al poco ya no recuerdas qué dice el mensaje, pero a medida que das cabezadas durante el vuelo y entreabres los ojos, te encuentras una y otra vez con Vodafone.
Es una pena que el mensaje fuese tan simple... y que no se tratase de un vuelo internacional.
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